No brilla como el oro, ni siquiera es de color dorado
y desde luego no tiene la misma textura que ese metal precioso. Además, todos
sabemos que no lo llevaría puesto a su próxima cita porque no le sentaría bien.
Sin embargo…
Los inversores inteligentes saben que este activo
no corriente es tan bueno—o incluso mejor—que el oro. Me pregunto cuánto
tardará en llegar ese comprador, buen conocedor de los mercados, que comprará
este solar.
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